Gotas frías colicionan con la piel, alterando las terminales nerviosas, activando impulsos eléctricos que contraen los músculos, y hacen que la persona se envuelva en sí misma, cerrando su burbuja proxémica, perdiendo contacto con la sociedad, y viéndose obligada a recluirse, un tiempo, en su mundo privado.
O a dormirse.
O a morirse.
(andá a saber qué monstruos esperan en ciertos mundos...)
martes, 13 de abril de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
a nau fra gar
ResponderEliminar(qué lindo)