Trato, juro que trato de buscar el lado positivo de todas las cosas
(mirar el vaso medio lleno)...
Pero, la verdad, es que hay muchos pelotudos en el mundo
y por más lado positivo que le encuentre
los pelotudos siguen siendo pelotudos, y el mal lo siguen haciendo.
Y me pone de pésimo humor darme cuenta de esto
y con una sonrisa completamente falsa
decir algo que ni yo me creo
como: "bueno, pero por lo menos yo me doy cuenta y trato de no ser otra pelotuda".
¿A qué clase de persona puede confortar este tipo de planteo?
pero, al mismo tiempo, darme cuenta y pensar que no hay solución posible, es igual de desalentador...
Genial, si hay algo totalmente revolucionario es quejarse y no encontrar soluciones.
Soy una pelotuda.
(escrito por las hormonas adolescentes y soberbias de Rocío, sepan disculpar)
lunes, 26 de abril de 2010
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