Hace un tiempo, un muy buen escritor me dijo que vivía en la oscuridad, y que se sentía bien.
No pude comprenderlo en ese momento, recuerdo haber sentido algo parecido a la pena...
Pero ahora, que ando de visita por este lado, que no me dibujo la sonrisa cuando me lavo la cara a la mañana, creo vislumbrar esa oscuridad fascinante de la que hablaba.
En mi caso, es como un trance con la parte más cruda de mí misma, probablemente sea una de las introspecciones más sinceras que viví. Insoportable para el público, pero no se puede complacer a todos.
Son buenas las contradicciones y los antagónicos, me gustan. Creo que es muy sano poder estar en la tristeza absoluta un rato, "llorar una lágrima, pero bien llorada" como decían en una película que ya no recuerdo, y después vivir la alegría plenamente, y saber que es plena, y saber que es alegría, porque se ha vivido la tristeza anteriormente.
Dejarse atravezar por lo que toque.
lunes, 12 de abril de 2010
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¿viste que está bueno?
ResponderEliminarestá muy bueno esto que leí.
está MUY bueno.