Después de tantos sabores feos, amargos, de tantas ganas de vomitar que me surgían al escuchar a esa profesora diciéndo que Macri vale la pena, a Carrió y sus cuentos de terror (ya grotescos), a Legrand, Tinelli, y todo el circo conservador, qué dulce me sabe leer "Detuvieron a Martinez de Hoz".
Le da lugar a las esperanzas, vió.
martes, 4 de mayo de 2010
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